Harry & Meghan: el camino a la boda real

El sábado 19 de mayo se celebró la muy esperada boda del príncipe Enrique "Harry" de Gales, nieto de la reina Isabel II del Reino Unido, y la actriz americana Meghan Markle, protagonista de la serie Suits. La ceremonia se llevó a cabo en la capilla de St. George, en los interiores del castillo de Windsor, el cual es además la residencia favorita de la reina.

El inicio del cuento de hadas

Harry y Meghan se conocieron a través de una cita a ciegas, orquestada por un amigo de ambos, en junio del 2016. Tuvieron química de inmediato: "Nos encontramos y fuimos a tomar un trago" cuenta Markle, "Y creo que muy pronto después de eso dijimos 'Bueno, ¿qué haremos mañana? Deberíamos juntarnos de nuevo" (Town & Country Magazine) Luego de unas cuantas citas, tres o cuatro semanas después, el príncipe le pidió a Meghan que lo acompañe a un viaje a Botswana.

Así pues, en octubre del mismo año, se filtra a la prensa sobre el romance. En noviembre, Harry confirma la relación y hace un pedido a la prensa para que se detenga la "ola de abuso y acoso" hacia la actriz. Esto debido a que el romance había atraído un gran interés por la vida privada de Markle y, pese a que muchos pensaban que ella estaba acostumbrado a ello debido a su profesión, tal no era el caso:

"Había el concepto erróneo de que, debido a que trabajaba en la industria del entretenimiento, esto era algo a lo que estaba acostumbrada (...) Pero nunca he sido parte de la cultura sensacionalista. Nunca he estado en la cultura popular a ese grado y he vivido una vida relativamente tranquila." - Meghan Markle, BBC.

A inicios del 2017, Harry presenta a Meghan a la duquesa de Cambridge, Kate Middleton, esposa de su hermano mayor, William. Según la misma Markle, las dos se llevaron de maravilla. (Entrevista BBC). Durante este año es que la vida de la actriz de Suits empieza a cambiar y la pareja se deja ver público con frecuencia. En mayo aparecieron por primera vez desde el inicio de su relación en el Audi Pollo Challenge anual que se da en Ascot, Inglaterra, donde además se dejan ver muy cariñosos. En agosto viajaron a África para el cumpleaños número 36 de Markle e incluso se rumoreó que esta asistió a la recepción del matrimonio de Pippa Middleton, hermana de la duquesa de Cambridge. Finalmente, la pareja aparece en los Invictus Games, celebrados en Canadá, acompañados de la madre de Meghan, Doria Ragland.

El compromiso

El 27 de noviembre del año pasado, el Palacio de Kensington anuncia el compromiso entre el príncipe Harry y Meghan Markle. El anuncio fue seguido de una sesión de fotos formal y una entrevista con BBC. La primera vez que se vio a Meghan con otros miembros de la Familia Real Británica fue en vísperas de Navidad, donde caminó junto a Harry y los duques de Cambridge hacia la tradicional misa en la iglesia de St. Mary Magdalene.

El 2018 ha estado marcado por una gran cantidad de compromisos públicos por parte del príncipe Harry y Meghan. Desde participar en los Street Games en Cardiff, Gales a ser parte del servicio del día de la Commonwealth, los futuros esposos han estado sumamente ocupados tanto en los preparativos de la boda como con los compromisos oficiales, donde Markle se ha dejado conocer más al pueblo británico.

Los preparativos

La boda se celebró un sábado, a pesar de que va en contra de la tradición de la realeza, pues usualmente las bodas se celebran en un día de semana (los duques de Cambridge se casaron un viernes y la reina Isabel un jueves). En cuanto a los detalles, las invitaciones fueron hechas por Barnard Westwood, según la tradición. Se utilizó tinta americana sobre cartón inglés. Asimismo, fueron decoradas con bordes dorados y el escudo de armas del Príncipe de Gales. En lugar de regalos tradicionales, la pareja pidió donaciones a sus organizaciones benéficas favoritas en lugar de regalos. Por otro lado, el pastel de boda estuvo a cargo de la pastelería Violet Bakery, dirigida por la repostera Claire Ptak. Este contaba con cuatro pisos y era de limón con flor de saúco cubierto con crema de mantequilla y decorado con peonías frescas.

Las flores estuvieron a cargo de Philippa Craddock. Entre ellas se lucieron las peonías (favoritas de Markle) y las rosas blancas de jardín (una de las flores preferidas de la princesa Diana). A su vez, estas fueron recogidas del parque real de Windsor. En cuanto a la música, esta incluyó diversos artistas. Por un lado estuvieron los clásicos himnos y coros bajo la dirección musical de James Vivian, director musical de la capilla de St. George y por el otro lado, se lucieron el coro gospel Kingdom's Choir y el violoncelista de 19 años, Sheku Kanneh-Mason. Por último, el fotógrafo oficial fue Alexi Lubomirski, quien también fue el elegido para retratar a la pareja durante el anuncio de su compromiso.

El día anterior a la boda, el príncipe Harry se hospedó en el hotel Coworth Park junto al príncipe William, mientras que Meghan se quedó con su madre en Cliveden House Hotel, en Berkshire. La mañana de la ceremonia, el Palacio de Kensington anunció que la reina había decidido concederles a Harry y a Meghan los títulos de duque y duquesa de Sussex.

La boda

El vestido de Markle fue diseñado por Clare Waight Keller, diseñadora exclusiva de Givenchy, quien buscaba crear para la ex actriz un diseño atemporal, clásico y elegante. El vestido blanco fue elaborado con satén y el cuello era estilo bateau abierto, que evoca mucho a los 60s. Asimismo, las mangas eran 3/4 para, según la misma diseñadora, "añadirle un toque de refinada modernidad". (Vanity Fair) No obstante, el énfasis fue puesto en el velo, cuyos bordados reflejaban la distintiva flora de los 53 países de la Commonwealth que pertenecen al Reino Unido, en la cual Markle asumirá el rol de embajadora junto a su esposo. La tiara que usó fue prestada por la reina Isabel; en esta ocasión, Markle se lució con la tiara bandeau de la reina María de Teck, abuela de la actual monarca. Curiosamente, esta joya no se había visto en público desde 1953. La novia llegó junto a su madre, Doria Ragland, en uno de los Rolls Royce vintage de la reina.

La ceremonia comenzó alrededor de las 12 am. hora de Londres (5 am. hora peruana), a pesar de que estaba programada para las 11. Inicialmente, el padre de Meghan, Thomas Markle, iba a llevarla al altar; sin embargo, debido a problemas de salud, fue el Príncipe de Gales, padre de Harry, quien entregó a Meghan a su futuro esposo. El Decano de Windsor llevó a cabo el servicio y el Arzobispo de Canterbury ofició durante el intercambio de votos matrimoniales. Kensington Palace había anunciado que Lady Jane Fellowes, una de las hermanas de la princesa Diana, daría una lectura durante la ceremonia, lo cual me pareció que fue un lindo gesto para incluir la memoria de Diana en un evento tan especial para Harry.

Entre las damitas y los pajes estaban la princesa Charlotte de Cambridge y el príncipe George de Cambridge, sobrinos de Harry; Jasper Dyer, Zalie Warren, Florence van Cutsem, ahijados de Harry; Ryan Litt y Remy Litt, ahijadas de Meghan y Ivy, Brian y John Mulroney, hijos de la mejor amiga de Markle.

Luego de la ceremonia, los ahora esposos salieron en carruaje desde la capilla hacía la avenida Long Walk (que cruza el centro del pueblo), donde los esperaban grandes multitudes para verlos. Finalmente, regresaron al castillo, donde se llevó a cabo la primera recepción en St. George's Hall, un almuerzo organizado por la reina, para todos los invitados de la ceremonia, alrededor de 600 personas; esta fue seguida por una recepción mucho más íntima organizada por el Príncipe de Gales, únicamente para la familia y los amigos más cercanos. Para esta ocasión, la ahora duquesa de Sussex utilizó un vestido blanco hermosísimo de Stella McCartney. Personalmente, me gustó mucho más este que el de la ceremonia. Así, duques se despidieron de las cámaras y se dirigieron en un convertible hacia Frogmore House, donde sería la velada.

Los invitados

¡No podía terminar el post sin hablar de los invitados! A diferencia del matrimonio de William y Kate, Harry no se en la obligación de invitar a ningún miembro del gobierno, diplomático o miembro de alguna casa real extranjera. Por eso, el número de invitados no es tan grande en comparación (la primera tuvo alrededor de 2,000 invitados).

Primero comenzaremos con la Familia Real. Obviamente asistió la reina, el príncipe Felipe (abuelos de Harry), el Príncipe de Gales y su esposa Camilla Parker-Bowles (el padre y la madrastra). También asistieron los tíos de Harry: del lado paterno el duque de York con sus hijas y su ex esposa, Sara Ferguson; el conde de Wessex con su esposa e hijos y la princesa Ana con su segundo esposo y la familia de su hija, Zara Philips, con quien Harry es cercano. Del lado materno, estuvo en asistencia el conde de Spencer, hermano menor de la princesa Diana, con su segunda esposa, así como también lo estuvieron los hijos de su primer matrimonio. Estos son solo algunos miembros de la extensa familia real.

Entre las celebridades que fueron invitadas se encontraban Victoria y David Beckham, Amal y George Clooney, Elton John, la tenista Serena Williams, Tom Hardy, Troian Bellisario (Spencer de PLL), así como todo el cast de Suits, entre otros. Asimismo, asistieron los padres y hermanos de la duquesa de Cambridge, Pippa y James Middleton. Una sorpresa entre los invitados fue la aparición de dos de la ex novias más mediáticas del príncipe: Chelsy Davy, con quién mantuvo una relación de 7 años, y Cressida Bonas, socialité y actriz.

No sé que piensen ustedes, pero a mi me emocionan mucho estas cosas. En el 2011, cuando se casaron Kate y William no pude ver la ceremonia en vivo porque estaba en el colegio. Sé que puede parecer para muchos un evento superficial y estúpido pero a mi me llama mucho la atención toda la logística que hay detrás de un evento como este, la tradición (fun fact: AMO la monarquía), la emoción, qué va usar la novia, quién está invitado, cómo se conocieron, etc. Este post ha sido solo un poco de la historia de Harry y Meghan y de lo que va a pasar mañana. He tratado de resumirlo lo más posible, pero espero que les guste (o al menos que les haya llamado la atención).